In an effort to include everyone, almost an entire demographic feels excluded. This is the case with the word Latinx, which ironically isolates the group it tries to represent, with a majority of Hispanics not using the word to describe themselves.
Latinx first appeared online in 2004, according to Boston University Today. The word gained mainstream usage around the latter half of the 2010s with the intent to be inclusive for non-binary individuals.
While well-meaning, the usage of Latinx represents an excess of political correctness at the expense of cultural and linguistic norms that go against a gender-based language, which is one of the largest criticisms of the word and has been cited as linguistic imperialism by some, such as Angel Eduardo for Newsweek.
The pronunciation of the word in Spanish is awkward, having an unnatural inflection if pronounced with the “-eks” at the end as the anglicized suffix clashes with the traditional Spanish phonetics.
Even when pronouncing the suffix as “ek-ees” (the Spanish pronunciation for the letter X), it still sounds awkward. Even in English, words seldom have an X as a suffix.
According to a 2020 Pew Research Poll, 23% of Hispanic people have heard of Latinx, and only three percent use it to identify themselves.
Pew Research updated their findings in September of 2024, finding that awareness of the term had grown in 2023 from 23% in 2019 (when the original poll was conducted) to 47%, but its usage grew from only 3% to 4%.
Currently, the term is exclusive to the United States, not having been adopted in any significant capacity by Latin American countries, according to the Stanford Encyclopedia of Philosophy Archive.
An alternative to Latinx which seems to be favored by Latinos is “Latine,” which is more consistent with Spanish phonetics. Other alternatives that don’t impede either English or Spanish phonetic conventions that already exist are Latin, Latin American or Latin-descent.
Latin Americans should not be forced to adhere to labels they do not see fit to describe themselves, or have their language overhauled, especially in an attempt to be inclusive. Latinx is not even adopted by any major Spanish-speaking country so it should much less be adopted in the United States.
En español
En un esfuerzo para incluir a todos, casi una demográfica entera se siente excluida. Este es el caso con la palabra Latinx, que irónicamente aísla el grupo que intenta representar con una mayoría de hispanos, no usando la palabra para describirse a sí mismos.
Latinx apareció en línea en el 2004, según Boston University Today. La palabra ganó popularidad a eso de la última mitad de la década del 2010 con el intento de ser inclusivo para personas no-binarias.
Aunque bien intencionado, el uso de Latinx representa un exceso de corrección política a expensas de normas culturales y lingüísticas y que van contra un lenguaje que es basado en géneros, y es una de las críticas más grandes y alguna gente diciendo que es un ejemplo del imperialismo lingüístico, como Angel Eduardo de Newsweek.
Esto es aparente con la pronunciación de la palabra en español, siendo extraña y teniendo una inflexión antinatural si es pronunciado con “-eks” al final de la palabra, mientras el sufijo anglicanizado choca con la fonética tradicional española.
Según una encuesta del 2020 de Pew Research, encontró que 23% de las personas que se identifica como hispano han escuchado de la palabra y solo 3% de esas personas usan la palabra para identificarse. .
Pew Research actualizó sus datos en septiembre del 2024, y encontró que el conocimiento de la palabra aumentó de 23% en el 2019 (cuando la encuesta original se condujo) a 47% en el 2023, pero el uso solo aumentó de 3% a 4%.
Por el momento, el término es exclusivo a los Estados Unidos, y no ha sido adoptado en forma significativa por ningún país latino americano, según la Enciclopedia de Filosofía de Stanford.
Una alternativa para latinx que es preferido por algunos latinos es la palabra “Latine,” que es más consistente con fonéticas españolas. Otras alternativas que no interfieren con las normas del inglés o español e incluso ya existen en inglés como “Latin” o “Latin American” o “Latin-descent” (descendencia latina).
Los latinoamericanos no deberían estar forzados a usar designaciones con que no se sienten cómodos o tener su idioma reestructurado, especialmente en un intento para ser inclusivo. Además, latinx no es una palabra que ha sido adoptada por un país hispanohablante, entonces no debería estar usada en los Estados Unidos.
Translation by Gerardo Escobar.